![]() |
Al día siguiente con luz, no lucían mejor. |
Con paciencia...
Una taza de té, un pie de limón cacerito y un día de mucho viento ayudaron a atenuar mi ansiedad mientras secaban las tapitas.
Y finalmente así, no son tan lindos como el que me regaló mamá, pero ya juntitos no los tengo que esconder para usarlos solo cuando no hay luz, sino que los puedo dejar en la repisa del baño de visitas, aun cuando puedan ser "vistos".
Aprovecho este trabajo frugal, para el Finde Frugal de Marce, y empiezo el recorrido.